En Filipinas con la Alianza G4

Escrita por: Jodi Grahl

Una persona fallece cada dos segundos, en algún lugar del mundo, por falta de acceso a la cirugía que necesita para salvar su vida. A veces es por la falta de personal capacitado, por lo que las escuelas de medicina tendrían que formar otros 53.000 neurocirujanos para cumplir con la necesidad tan sólo en dicha especialidad. En otros casos, a los médicos les falta el equipo, los instrumentos o las medicinas que necesitan para operar. Muchos países no alcanzan a invertir los recursos suficientes: La República de Filipinas presupuesta tan sólo $17 dólares por persona, por año; para la atención de salud.
Un número creciente de organizaciones busca identificar y llenar estas brechas críticas en la salud global. En el año 2015, un grupo diverso de programas universitarios, asociaciones médicas, ONGs, y otras entidades provenientes de todo el mundo formaron una coalición para unir y amplificar sus voces alrededor de una misión común:

Abogar a favor del paciente quirúrgico desprotegido y luchar por aumentar el acceso a los servicios de cirugía, obstetricia, trauma y anestesia de calidad, seguras y asequibles, como parte de la cobertura universal de salud.

El Dr. Richar Moser y Jodi Grahl representaron a Solidarity Bridge en la reunión de la Alianza del G4, en Manila.

Poco tiempo después de su formación, los fundadores de la Alianza Global por la Atención Quirúrgica, Obstétrica, de Trauma, y Anestésica (conocida como la Alianza G4) invitaron a Solidarity Bridge a unirse a ella.
A la fecha, la Alianza G4 ha logrado avances importantes en la concientización a favor de la inversión en los servicios quirúrgicos. Su voz fue instrumental en la aprobación de la Resolución 68.15 de la Asociación Mundial de la Salud que, reclama a los países miembros a fortalecer la atención quirúrgica y anestésica con la meta de garantizar el acceso del 80% de la población mundial a dichos servicios para el año 2030.
La Alianza G4 también funciona como un foro, para intercambiar estrategias y forjar colaboraciones entre sus miembros.
Tuve el honor de ser invitada a dirigirme en nombre de Solidarity Bridge — una organización con más de 20 años de experiencia trabajando para ampliar el acceso a la cirugía en Bolivia – a la reunión reciente del Consejo Permanente de la Alianza G4 que tuvo lugar en la ciudad de Manila en Filipinas. Mi presentación resaltó nuestro modelo de colaboración entre Solidarity Bridge y Puente de Solidaridad. La misión de Solidarity Bridge así, se centra en responder a las necesidades identificadas en y por el país anfitrión. Y trabajar en colaboración entre nuestras entidades hermanas, ayuda a que nuestros esfuerzos conjuntos sean sustentables y aseguran la continuidad en la atención.
Estando en Manila, también tuve la oportunidad de escuchar las experiencias de docenas de otros miembros de la Alianza G4. Volví a casa inspirada por las vivencias de distintos médicos, enfermeras, y otros actores no-médicos como yo, de África, Europa, los Estados Unidos, y en particular de los países de la región de Asia Pacífica.
Los más de 70 miembros de la Alianza G4 enfrentan numerosos retos comunes. Pero también compartimos una convicción común que, fue resumida de forma particularmente bella por un cirujano joven, el Dr. Hoani, miembro del pueblo Maori de Nueva Zelandia; al concluir su presentación con una verdad sencilla pero profunda:

¿He aha te mea nui o te ao?
He tangata, he tangata, he tangata.

¡Qué es lo más importante?
La gente, la gente, la gente.

Como articuló el presidente saliente del Consejo del G4, el Dr. Fizan Abdullah, cirujano pediátrico del Hospital Pediátrico Lurie de Chicago, al concluir la reunión:
Como plataforma global con la habilidad de influir las políticas a múltiples niveles: estamos en un lugar único para lograr una diferencia para los pacientes. Ellos son lo más importante. Mientras haya personas que necesitan atención, seguiremos explorando cada estrategia para cumplir la necesidad.

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